El delicado futuro de Media Park
En apenas siete años, su trayectoria ha sido especialmente convulsa


La fusión de las plataformas digitales ha supuesto la pérdida de gran parte de su producción

Con independencia del cambio de Govern, es evidente que el sector audiovisual catalán se enfrenta en los próximos años a retos decisivos. Lo que hace dos o tres lustros eran expectativas u oportunidades –cable, satélites, plataformas...– hoy son realidades cada vez más consolidadas. ¿Cuál será el papel de Media Park en el sector?

LA VANGUARDIA - 21/12/2003
El 12 de febrero de 1996, el desde ayer ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, inauguró oficialmente, en la localidad barcelonesa de Sant Just Desvern Media Park Catalunya, un parque tecnológico con vocación de liderazgo en la cobertura de las necesidades productivas y logísticas de la industria audiovisual. Media Park nació con un capital social de 1.250 millones de las antiguas pesetas, unos 7,5 millones de euros, y tres accionistas: el grupo promotor Equip (40%), la multinacional Philips (40%) y la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió (CCRTV) (20%). Su primer presidente fue Jordi Vilajoana, a la sazón director general de la CCRTV, mientras que como consejero delegado figuraba el empresario Alfred Cabanes, máximo responsable del mencionado grupo Equip.

En apenas siete años, Media Park ha vivido una existencia realmente convulsa, que se traduce en numerosos cambios accionariales. Tras la reciente enajenación del paquete del 11% que aún poseía la CCRTV, ahora dirigida por Vicenç Villatoro, la eléctrica Iberdrola es la gran accionista de referencia de Media Park, con una participación superior al 77%. En un momento u otro han sido también accionistas de la empresa Telefónica –que aportó más de 10.000 millones de pesetas en el año 2000–, Antena 3 de Televisión, el grupo financiero sueco Centrum Elektronisk Handel –que también en el 2000 efectuó una inyección de casi otros 5.000 millones de pesetas–, Skandia Media Invest o TVC Multimedia (CCRTV). Fue el promotor Alfred Cabanes quien, poco más de un año antes de su repentino fallecimiento –septiembre del 2002–, dio entrada a Iberdrola en el accionariado, al traspasarle un 29% del capital. En el verano del 2001 se produce una ampliación de capital de 31,8 millones de euros –otros 5.300 millones de pesetas– para enjugar pérdidas.

Como mínimo, no puede calificarse la gestión de Media Park de afortunada. Su participación en la desaparecida plataforma televisiva Quiero acabó en fiasco, al no poder recuperarse ni los avales aportados. Se anunciaron grandes proyectos en el mercado latinoamericano de canales temáticos, así como una eventual salida a bolsa asesorada por el banco de inversiones Lehman Brothers y que el estallido de la burbuja bursátil obligó a aparcar. Tras la fusión de las plataformas digitales, Sogecable rescindió el contrato con Media Park por el que la productora suministraba los contenidos para ocho canales temáticos, lo que le supuso la pérdida de más de tres cuartas partes de su producción.

La gran incógnita es qué hará con Media Park Iberdrola que, paradójicamente, es la eléctrica con menor presencia en Catalunya en comparación con la otra grande (Endesa). Al consejero delegado de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, le aguarda una difícil decisión

Juan María Hernández Puértolas

 

La Vanguardia – Dinero – 21 de diciembre de 2003

 

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